Rodrigo Mendoza sigue dejando huella allá donde juega. El futbolista del Elche ha sido una de las grandes sensaciones de la Selección Española Sub-21 durante este parón internacional, consolidándose como una figura destacada en los esquemas del combinado nacional. Tras su brillante participación en el Mundial Sub-20, el canterano franjiverde ha dado un paso al frente y ha irrumpido con fuerza en “La Rojita”, confirmando su crecimiento y su excelente momento de forma.
En los dos partidos de este parón, ante San Marino y Rumanía, el mediapunta no solo ha sido titular en ambas citas, sino que además asumió un rol protagonista que confirmó la confianza del cuerpo técnico en su talento. Disputó 69 minutos en el primer encuentro y 83 en el segundo, mostrando una madurez impropia de su edad tanto en la gestión del balón como en la lectura de los espacios. Su aportación ofensiva fue especialmente notable en el duelo frente a San Marino, donde firmó la asistencia del segundo de los siete goles del choque, una acción que reflejó su visión de juego y su capacidad para acelerar el ritmo del equipo en los metros finales. Más allá de los números, Mendoza ha dejado constantes destellos de calidad, liderazgo y criterio, consolidándose como una pieza cada vez más influyente en la estructura de “La Rojita”.