El pleno municipal de febrero trajo consigo el respaldo del Partido Popular a la moción del grupo socialista, solicitando a las administraciones públicas que se refuercen las políticas de igualdad con medidas concretas en el marco del Día Internacional de la Mujer que se celebra el 8 de marzo.
La moción tuvo también el apoyo de Compromís pero no así de Vox, que había planteado una declaración universal que no recibió el visto bueno del PSOE como grupo proponente de la moción, ya que, como explicó el edil Mariano Valera, “no vamos a entrar en el juego escabroso de Vox”.
El momento más tenso de la sesión llegó cuando el alcalde Pablo Ruz intervino para explicar el voto de su grupo sobre la moción de Compromís relativa al derecho de las mujeres a la interrupción del embarazo. Porque como en la moción sobre la mujer, los populares no intervinieron.
El alcalde señaló directamente al edil socialista Mariano Valera, que su alocución confirmó el apoyo de su grupo a la moción de Compromís. Ruz le dijo que le llamaba la atención “que una persona que ha sido religioso defienda esta postura en el pleno. Y una de las afirmaciones que ha dicho de que tenemos derecho a decidir sobre el derecho a la vida, pero no sobre la lengua con la que queremos educar a nuestros hijos en los colegios. Cuando por encima de todo existe el derecho a la objeción de conciencia”.
Las palabras del alcalde no gustaron a la oposición que recriminó a Ruz su intervención, y posteriormente en el turno de ruegos y preguntas volvieron a verse las caras los dos protagonistas. Mariano Valero para pedir al alcalde que se mantuviera “dentro de los límites del respeto que la ciudadanía espera. Mi vida privada no es argumento de debate y menos para desacreditar posiciones legitimas”. Y Pablo Ruz le recordó “cuando el señor Valera llamó al PP de ser el partido de los violadores y los asesinos, y jamás se ha retractado”.