Compromís dice al alcalde que no es “un enviado de Dios para hacer de Elche un emblema de la cristiandad”

La comparecencia de Compromís para hacer su balance del primer año de gobierno con PP y Vox en el Ayuntamiento ilicitano, ha estado caracterizada por su preocupación por lo que entiende, es un intento de “impregnar una institución laica de ultracatolicismo y vulnerar la memoria democrática. Todo ello no por presión de Vox, que está siempre muy callado, sino por el sello personal de Pablo Ruz que se sitúa en este espacio político”, como ha indicado la portavoz de la formación, Esther Díez.
De hecho, la edil ha hecho especial hincapié en que “Pablo Ruz no es un enviado de Dios para hacer de Elx el emblema de la cristiandad en Occidente”, e insistiendo en que “Pablo Ruz es el representante de una institución democrática que tiene que bajar a la tierra y abordar los problemas reales de sus vecinos y vecinas”.

Ante esta situación. Díez ha defendido la labor de su formación, que como destaca, “estamos aquí para marcar el rumbo de la política municipal durante los próximos tres años”. Entiende que “este gobierno de Pablo Ruz y Vox no tiene hoja de ruta que atienda lo importante porque se basa en políticas erráticas, tenemos un alcalde que es Dr. Jekyll y Mr. Hyde y así no se da respuesta a las demandas que tiene la ciudadanía”.

La portavoz de Compromís ha asegurado que “cuando Ruz ha tenido la oportunidad de fijar su modelo lo ha hecho con un carácter antisocial y obsoleto como demuestra la renuncia a la deuda de 43 millones de la Generalitat, abandonar las políticas de vivienda, impedir la reversión del Hospital del Vinalopó y destrozar las políticas verdes del anterior gobierno”.