El Ayuntamiento apela a la “proactividad” del Obispado para rehabilitar Santa María

Una nueva caída de cascotes, en esta oportunidad en la Puerta Mayor, ha reactivado la necesidad de acometer a la mayor brevedad la rehabilitación de la Basílica de Santa María. Con el proyecto que determinó el plan director a punto de concluirse, en cuanto se conoció lo sucedido las redes sociales se inundaron de comentarios, entre los que incluso se hablaba de que las representaciones de la Festa de agosto podrían estar en peligro.

Como suele pasar en estos casos, las miradas se han dirigido al Ayuntamiento, y la situación de Santa María estuvo sobre la mesa de la junta de gobierno. El alcalde, Pablo Ruz, asegura que el Ayuntamiento de Elche estará en su sitio, pero al mismo tiempo considera que “necesitamos la proactividad del Obispado”, como propietario de la Basílica.

El desprendimiento procede de las partes ornamentales de la Puerta Mayor de cuando se llevó a cabo la reforma de Antonio Serrano, según explicó el alcalde, que insistió en que el Obispado “debe mover ficha. Nosotros no podemos intervenir más allá de lo que hemos hecho en edificios de propiedad privada, independientemente de la dimensión emocional y espiritual de la Basílica”.

Con respecto a posibles soluciones, acceder al 2% cultural del Ministerio parece complicado al estar destinado a edificios municipales o del Estado. “El Obispado ha remitido ya una carta a la Generalitat y tenemos que seguir avanzando. Nos encontrará a su lado. Espero que el Obispado me diga de sentarnos y ver lo caminos que podemos tomar. Nosotros vamos a estar”.